
Casi un año esperaron quienes gustan de los coches súperdeportivos para saber acerca de la creación en conjunto del equipo de Aston Martin y la escudería de Fórmula 1, Red Bull Racing; luego de que en junio de 2016 anunciaran una colaboración. Hace un par de meses revelaron el resultado; que lleva por nombre Aston Martin Valkyrie.
Este auto resalta a la vista por su estilizado diseño. Trabajo a cargo de Adrian Newey, en el que se optó por un modelo de dos puertas coupé. Fue, por supuesto, un reto, puesto que se buscó rapidez para correr en competencias y funcionalidad en las autopistas. Es por ello que desde el exterior podemos notar las intenciones aerodinámicas, aporte de Marek Reichman.

En cuanto a los materiales, Valkyrie tiene carrocería de fibra de carbono, para propiciar el dinamismo. En cuanto al motor, se trata de un híbrido de un V12 de 5m5 litros y un sistema de propulsión. Esto para alcanzar los mil caballos de fuerza con una transmisión a siete velocidades.
Para el funcionamiento interno, se eligió un sistema de baterías Rimac; que son ligeras y se les reconoce por su funcionamiento y rendimiento. Para este tipo de autos es prioridad el sistema de frenado, por lo que sumaron a Alcon y Surfeace Transforms; quienes optaron por pastillas ligeras y discos de carbono.

Para el ensamblaje se eligió a David King. Personaje que también participó en el armado del Aston Martin One-77. Sólo producirán 150 vehículos, de los cuales 25 tendrán un uso profesional exclusivo. El costo ronda los tres millones y medio de euros y los primeros ejemplares se podrán ver en la calle hasta 2019.
Por: Aldo Mejía.